Si el titulo de esta entrevista menciona “la dudas”, podría pensarse inminentemente, en un entrevistado que es golpeado y sacudido por las olas de las vacilaciones; o que quizá a lo mejor el entrevistador es un mar de dudas (océanos en el peor de los casos); y eso crearía al lector una duda razonable y por supuesto sería una duda legítima, hasta yo mismo la tendría; pero la ley nos dice, que uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Entonces con la libertad que el derecho también me otorga, seré libre para dar una mirada a esa ventana que me abre el autor del “Gallo de cristal”, libro de cuentos que a decir de Omar Aramayo “Es un libro de vida”, en donde se registran el legado indigenista y la mitología peruana, envuelto en un aura quimérica y a la vez una explícitamente realista. Miraré el esplendor de ese hombre que necesita de la tranquilidad y de la ausencia de molestias para escribir, que concibe que la vida de los grandes poetas tienen que tener imperativamente grandes proyectos de vida; y uno de sus grandes y tantos proyectos es publicar un libro de autor acerca de la obra de ese gran poeta puneño Oquendo de Amat (al escucharlo se siente un compromiso real y sincero, tan solo recordar que don Omar es fundador e integrante del Grupo Intelectual Carlos Oquendo de Amat, y quien también dio a conocer su obra poética) Y sí, el nos ofrece una entrevista, sí, es su palabra favorita: así que al proponérselo, sin duda no tuvo como negarse.
Las dudas de un vanguardista en la postmodernidad
La aspiración a lo novedoso, a la improvisación y a la búsqueda genuina y humilde en forma compulsiva, que lo llevan a mundos mágicos, ese es el terreno que roza casi con el surrealismo en donde transita don Omar Aramayo, poeta, compositor e intérprete de instrumentos autóctonos peruanos, caporal vitalicio, y tantas otra actividades en donde fluye con armonía; pero hoy está en una de sus facetas, la de decano, actividad que a decir de él lo satisface en gran manera “ser decano es un gran placer, planificar pedagógicamente y es un disfrute, y me llena de gran orgullo” pero también vino como amigo ”quisiera que me recuerden conversando con ustedes”.
“Creo en el azar, soy un gran devoto del azar objetivo, todo tiene una correspondencia con las cosas del universo” y por esos azares, desde niño en Yunguyo tenía un encargo muy especial de parte de sus profesores; él era quien debía escribir un poema en las Fiestas Patrias. Pero como él pregona “no basta nacer, es necesario hacer”, y porque es directo y humilde, al decir que lo más difícil de escribir un poema es el principio y también es el final, pero agrega y sentencia “hay que escribir, porque es una fuerza compulsiva, además es una forma de vida” entonces podríamos decir que el azar le asigno ese destino y que don Omar Aramayo es irremediablemente un poeta, un artista.
Se dice del decano de la Universidad Alas Peruanas, que es de la generación del 60’, que es surrealista, y lo tratan de encasillar en una u otra clasificación, todo eso nos hace dubitativos ante la interrogante constante de saber quien es realmente, igual que él la incertidumbre nos asfixia, por eso nos cuenta “dudo todo los días, y es por la duda metódica, ¡dudo y luego existo!”, ¿Entonces a qué corriente pertenece usted? Y él responde con libertad “yo soy de todos los tiempos, soy un vanguardista”, un vez más nos sorprende.
Don Omar, nos habla que la poesía es lo único verdadero y duradero, y que él se sentirá identificado con una obra, sólo cuando alguien haga una antología de su propia obra. Aunque en su opinión sabe muy bien que en nuestro país lamentablemente no será apreciado en toda su dimensión, debido a su obra poética “en el Perú no se valora las obra de nadie, los chilenos, los españoles, los italianos sí lo hacen, en nuestro patria los poetas se mueren de hambre”; una dolorosa verdad, que también nos duele, quizá no tanto como a usted.
Parafraseando al decano-poeta, la poesía es la única muestra de la existencia; esta es una pequeña muestra, exigua, efímera e incompleta de este puneño ferviente creyente de la Virgen de la Candelaria, y que danzaría todo el día y que moriría toda la vida por la música y la poesía, porque sin duda alguna es su única forma de vivir, de expresarse de este vanguardista de sangre aymara llamado Omar, que es mi amigo.
Emanuel Sandro Ramos